jueves, 26 de abril de 2012

La tienda de palabras



 
A partir de la lectura de "La tienda de palabras", de Jesús Marchamalo, los alumnos de La lengua como herramienta de aprendizaje de 2º ESO C han recreado uno de los "juegos" que aparecen en el libro, "Ensalada de Palabras". Su tarea ha consistido en contar una breve historia que incluyera cinco palabras, elegidas al azar, de entre las que forman parte del juego " Memoria Ortográfica Ideovisual", de la Editorial Yalde.



Éstas son las historias (las palabras destacadas son las que debía incluir cada relato).

"Mientras la madre de Sara tejía un traje de boda, hermoso y largo, Sara continuaba con los preparativos del enlace que se celebraría al día siguiente. Su padre, Pedro, había ido al barbero a retocarse las barbas, espesas, largas y grisáceas. El novio estaba trabajando en la oficina.
Al día siguiente, cuando Sara se levantó, estaba muy nerviosa. Fue a la peluquería a peinarse y maquillarse y, al llegar a casa, se vistió de novia.
Cuando llegó a la iglesia, comenzó a formarse una gran tormenta. Sara empezó a preocuparse porque su boda iba a resultar un desastre. Al salir , a punto ya de iniciar el camino hacia el restaurante, cayó un rayo encima del tejado de la iglesia y comenzo a salir humo. En ese momento, los invitados corrieron a sus coches para marcharse de allí y la ceremonia, en efecto, terminó en un desatre".
Judith Teniente Ramos


"Una fría tarde de invierno, en la inmensidad de los mares,  con el sonido de fondo de un leve chapoteo, tal vez producido por las orcas, se abría paso,  desde el horizonte, entre la profunda niebla, la sombra de una nave que surcaba los mares sin rumbo fijo, mecida por un canto de mujer tan seductor que embotaba los sentidos. Aquel tenebroso y espeluznante barco era capitaneado por un curioso personaje que surcaba los mares como un jinete que, a lomos de su caballo, cabalga sin un destino marcado.
El capitán observó un vago destello de luz que se perdía en la intensa oscuridad. Se avecinaba una fuerte tormenta y decidió poner rumbo hacia aquel leve destello que se reflejaba en las aguas indomables del mar.
Al día siguiente, misteriosamente, el capitán se vio inmerso en un mundo de locura recreado por el hermoso canto de aquella mujer que enamoraba sólo con el sonido de su voz. Arrojó todas sus posesiones por la borda y partió en busca de su misteriosa dama en la inmensidad de aquellos impredecibles mares."
César Martín Martín

" Laura, una joven y adorable chica, llegó de su agotador trabajo, se bajó del coche y sacó rápidamente las llaves para entrar en casa. Fue directa a la cocina para merendar algo y después se dirigió a la terraza a liberar a aquella voraz fierecilla, Misifú, su adorable gatito de tonos claros. A continuación, sacó de uno de los cajones de un armario antiguo un llamativo ovillo de color naranja, para que el gato se entretuviera mientras ella disfrutaba de la lectura de la nueva novela que acababa de empezar. De cuando en cuando, Misifú pasaba velozmente por delante del televisor. Aquello entre el gato y el ovillo se estaba convirtiendo en toda una batalla."

Lucía Domínguez Hernández

"En la finca de los olivos había un novillo suelto. Me subí inmediatamente a un árbol para huir de él, pero estaba lleno de avispas y tuve que bajar en cuanto se marchó. Corrí a casa para avisar al dueño del animal y , cerca ya de mi calle, una pequeña veleta, arrancada por el viento, me golpeó en la cabeza. La dueña de la casa no se enteró de nada, porque estaba tranquilamente en su cocina friendo un par de huevos. Cuando llegué a casa, me puse hielo donde había recibido el golpe y le conté a mi madre lo sucedido, pero no creyó ni una palabra de mi historia, así que, sin dar más explicaciones, llamé al ganadero y le pedí que fuera a buscar al novillo, no sin antes advertirle que tuviera cuidado con las avispas."

Luis Miguel González Asensio

"Había una vez una gaviota que vivía en el campo, lejos del mar. Se había acostumbrado a vivir allí y, aunque estaba muy lejos de su hogar, no parecía triste en absoluto. Lo que más le gustaba era saborear la savia de los árboles, aunque le resultaba un poco amarga, pero no había tenido más remedio que cambiar sus hábitos alimenticios. Su nido estaba muy lejos del pueblo, pero vivía rodeada de fincas con ganado bravo y grandes pastizales. Cada mañana se acercaba por allí un campesino vestido con un traje de faena azul y montado en un enorme tractor que devoraba la hierba a su paso con sus grandes ruedas. Un buen día, el hombre murió y la hierba comenzó a crecer de nuevo sin miedo a ser aplastada. El lugar recobró la paz y la gaviota se sintió otra vez feliz en su nido."
Joaquín Mateo Mangas

"El mejor payaso de circo que se haya conocido jamás, con su enorme bigote y sus ropas brillantes, no era feliz.  Deseaba con todo su corazón subir a la cima del volcán más alto del mundo, pero no encontraba a un animal que pudiera conducirle hasta allí. En cierta acasión, le vendieron un hermoso caballo de color café, pero no tenía el nervio suficiente para una aventura como aquella. Un buen día el circo se trasladó de pueblo y el payaso emprendió una nueva búsqueda. La suerte le sonrió y encontró un caballo con suficiente brío para llevarlo hasta su destino. Y así fue. Subió a la cima del volcán, cumplió su sueño, pero no encontró lo que buscaba."

Javier Benito Roma

"Un crítico muy glotón decidió ir a hacer una visita, sin levatar sospechas sobre su identidad, a un restaurante muy famoso. Se sentó solo en una mesa y pidió coyote asado. Mientras se lo preparaban, un grupo de párvulos se acercó a su mesa, preguntando por su profesora. Se habían perdido. El extraño hombre los invitó a sentarse y, al poco tiempo, la vieron pasar al lado de la ventana y corrieron a su lado.
Con tanto jaleo, el tiempo de espera pasó volando y rápidamente le sirvieron su coyote asado. Tenía muy buen aspecto y lo devoró en diez minutos.
Ya con el estómago lleno, se fue al campo a dar un paseo. Al lado de un camino, encontró a una oveja que se había separado del rebaño. No paró hasta encontrar al pastor y llevar al animal con el resto de sus compañeras. De vuelta a casa, se quedó pasmado mirando un nido de pequeños cuervos negros que picoteaban la comida del pico de su padre. Le encantaban los animales.
Cansado de su largo paseo, el crítico volvió a su casa feliz y se metió en la cama hasta la mañana siguiente."
Maite Morales Bonilla

"El burro más viejo del pueblo se sentía esclavo de su dueño. Le hacía trabajar día a día de sol a sol. Una mañana  consiguió escaparse, pero, como no tenía comida ni agua y hacía mucho calor, creyó que terminaría muerto por deshidratación. A punto de desmayarse, se encontró con un jabalí que se ofreció a ayudarle. Lo llevó a su refugio y le dio de comer y beber. Cuando el burro se repuso, el jabalí le preguntó por el motivo que le había llevado a adentrarse en aquel peligroso bosque. Él le contó que venía huyendo de su verdugo, porque su dueño le obligaba a trabajar día a día de sol a sol e iba a conseguir matarlo de puro cansancio. Además, le había amenazado con cortarle el rabo si se escapaba. 
Sin saber cómo, el dueño consiguió encontrarle, pero tuvo que salir corriendo, porque su antiguo animal contaba con la ayuda de su feroz amigo, el jabalí."
Daniel Moro González

"Todo sudedió en un pueblecito cercano a una preciosa playa. Dos hermanas gemelas, Pilar y Rebeca, vivían con su padre, Juan, en una hermosa granja. Juan estaba muy enfermo. Sabía que le quedaban pocos días de vida, así que decidió darles un capricho a sus hijas y llevarlas a dar un paseo en yate por mar abierto. A los dos días falleció. Las gemelas se hicieron cargo de la granja, pero las ganancias eran escasas por la contaminación de una fábrica cercana, cuyas chimeneas expulsaban al exterior humo continuamente y llegaron a la quiebra, por lo que tuvieron que vender todos los animales, incluida la vaca que su padre les había regalado hacía tiempo. Pilar se casó y se marchó de aquel pueblecito, pero Rebeca se quedó en la granja con la esperanza de ponerla en marcha otra vez. En uno de sus habituales paseos, encontró un ciervo herido. Sin pensarlo dos veces, lo llevó a la granja y lo curó, y sorprendentemente el animalito ya no quiso marcharse de su lado. Así fue como se le ocurrió a Rebeca la idea de convertir la granja en una refugio para animales en peligro."
Míriam Roa Martín

"Lo que más le gustaba al hada Yasmín era comer gambas y pasear con su amigo Pablo. Una mañana, se levantó especialmente contenta; era su cumpleaños y su padre le haría un regalo perfecto, y, aunque todavía no sabía de qué se trataba, lo esperaba con mucha ilusión. Pasadas unas horas, su padre llegó con la sorpresa. Ella salió al jardín y allí encontró lo que esperaba, una hermosa yegua a la que llamaría Dulce. No perdió tiempo en montar en ella e ir a buscar a su vecina Esmeralda para dar un paseo juntas, pero, al bajar de su montura se pinchó con un clavo y Esmeralda tuvo que acompañarla a casa para curarle la herida."

Janet González Gómez

"Cada año, aquel extraño hombre calvo deseaba con todas sus fuerzas que llegara la fiesta de Carnaval para ir a jugar a una tómbola en la que nunca ganaba nada. Pero aquella vez volvió a casa tan enfurecido que rompió una vajilla completa. Se le notaba muchísimo el enfado; tenía las venas del cuerpo tan hinchadas que parecía que iban a reventar. Pensó que todo aquello era demasiado y que necesitaba relajarse, así es que comenzó a asistir a clases de yudo con unos cuantos amigos. Una tarde, cuando volvía a casa, encontró en el camino un bicho enorme, de aspecto repugnante, y pensó empezar a darle patadas, pero fue capaz de controlarse. Al año siguiente, volvió de nuevo a la tómbola, creyendo que, como siempre, no le tocaría nada, pero se sorprendió cuando ganó el primer premio: era un traje de yudo. Aquella noche durmió estupendamente."

Jorge Sánchez Gómez


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